domingo, 1 de mayo de 2011

1º DE MAYO


El 1º de mayo tiene el significado de reivindicación y de orgullo de pertenecer a la clase trabajadora. Esta celebración se inició en París en 1889, tras el restablecimiento de la Internacional Socialista, la de los partidos socialdemócratas europeos, en el año en que las potencias imperialista (Francia e Inglaterra) mostraban al mundo los logros exultantes del imperialismo y la revolución industrial.

Se tomó como fecha conmemorativa el homenaje a los mártires de Chicago, una huelga anarquista que reivindicaba, en 1886, la jornada laboral de las ocho horas diarias. Se tomó esta fecha en un guiño a los trabajadores del otro lado del Atlántico, acentuando así el carácter internacional de la lucha obrera, y porque la división entre anarquistas y socialistas había destrozado la I Internacional (1864 – 1876). Desde entonces, excepto en Estados Unidos, el 1º de mayo se celebra para conmemorar el orgullo de pertenecer a una clase, la de los trabajadores, cuyas reivindicaciones están en la base del bienestar social que se disfruta, o disfrutaba, en Occidente antes de la crisis. Entre sus logros se pueden contar el disfrutar de unas condiciones de trabajo más aceptables, una sanidad, educación, seguridad social públicas. Además, estas conquistas no han sido nada corporativas, algo de lo que se viene acusando a los sindicatos con frecuencia, ya que también presionaron para que se extendiera a otros colectivos y se universalizaran, siendo, por tanto, una gran mayoría de población la que se ha beneficiado de estos logros, mientras que ha sido una minoría la que se ha visto beneficiada por los éxitos del neoliberalismo.

Ciento veintidós años después de esta celebración y tras un gran número de batallas ganadas por los movimientos sociales, que emergen del seno de la clase trabajadora, como éstas: laextensión de la democracia, ampliación de las políticas sociales y del estado del bienestar, incorporación de los partidos socialdemócratas a diferentes gobiernos, incorporación a la agenda política de nuevos temas como los derechos de la mujer, de los homosexuales, inmigrantes y otras minorías, políticas medioambientales, etc, sin embargo, la sensación es de derrota, los trabajadores parecen resignados a los contratos de mileuristas o inferiores, a la rotación esquizofrénica en los puestos de trabajo, a la pérdida de seguridad en sus vidas, a recortar sus derechos sociales básicos para pagar una crisis provocada por otros, etc. Incluso, resignados a una derrota moral, algo que nunca había ocurrido, los trabajadores parece que contemplamos los logros de las democracias sociales como un paréntesis del pasado y nos resignamos a vivir bajo la hostilidad de un darwinismo social que exalta a los depredadores financieros y evita la evolución de las especies que necesitan de la manada para sobrevivir.

Es cierto que el respaldo de un futuro mejor que prometía el marxismo y la amenaza de los cazadores soviéticos sobre el depredador neoliberal ya no existen. Que tenemos que aprender a caminar sin las seguridades que nos proporcionaban estos elementos, que tenemos que aprender a sobrellevar nuestros errores. El liberalismo hace gala de su imperfección planteándose su mediocre realidad como la única posible, algo que también deberíamos hacer nosotros: sin una política económica más justa, hasta el futuro del propio capitalismo está en riesgo y, no digamos, el crecimiento económico, así como el desarrollo sostenible de unas sociedades con recursos medioambientales más que limitados.

Por eso deberíamos salir reivindicando un cambio en nuestras políticas económicas y sociales. No se está construyendo más empleo cuando se precariza y flexibiliza el mercado laboral, es más, se está reduciendo el consumo y destruyendo más puestos de trabajo. ¿Es qué alguien cree posible mantener los niveles económicos de nuestro país reduciendo los sueldos a la mitad en los últimos veinte años? ¿Quién va a consumir lo que producen las empresas? ¿Cómo va a pagar su deuda España en los próximos años si está negando las posibilidades de crecimiento futuro? ¿Es que alguien se cree actualmente que Alemania está interesada en un crecimiento armónico de la Unión Europea? No lo olvidemos América Latina y Asia empezaron a crecer cuando dejaron de hacer caso a las políticas del FMI y el Banco Mundial, cuando el Consenso Wasghinton dejó de ser seguido por países como Brasil, Argentina o Malasia. Es curioso que ningún economista explique la contradicción de que dentro de una economía global de carácter neoliberal sea China, el país más intervenido por el Estado, aquel que más crecimiento está demostrando, aquel que no hace caso a ningún economista y no permite que su moneda fluctúe libremente en los mercados… ¿Alguien me puede explicar esta contradicción?

Tampoco se me puede explicar aquella de una sociedad como la de Europa que presenta una deslegitimación de los sindicatos, que representan a una mayoría, y una legitimación de las elites financieras, que representan a una minoría. Así, se eligen gobiernos, tanto conservadores como socialdemócratas, que implementan políticas de salida de la crisis que van en perjuicio de la mayoría que les vota. ¿Cómo han conseguido las grandes democracias ser controladas por la oligarquía del capitalismo financiero internacional? ¿Es que alguna vez creeremos que vamos a formar parte de ellos? ¿Es que la gran mayoría de la población cree que algún día va a ser rica y que ya no se deben hacer políticas para la clase media y baja de la sociedad?

Es cierto que hoy ha sido un día de desánimo, una celebración frustrada en el 1º de mayo, parecemos no sólo resignados a todas las vejaciones y recortes que hemos sufrido por parte del Capital, sino que también parece que estamos dispuestos a poner la otra mejilla para los siguientes que vengan. Aunque no debemos olvidar que, si queremos, esto lo podemos cambiar. Somos una mayoría los trabajadores y trabajadoras de este país, una mayoría que puede paralizar el país con sus movilizaciones, cambiar gobiernos, hacer temblar a grandes empresas con una campaña contra el consumo de sus productos. Sólo nos tenemos que hacer oír colectivamente, mostrar nuestro descontento y nuestras ganas de hacer presión, por los medios que sea. Recordad que lo que estamos perdiendo fue fruto de trabajadores como nosotros, no eran mejores que nosotros, sólo estaban más dispuestos a luchar colectivamente. Por eso este 1º de mayo debería servir para recordar la fuerza que tenemos y…, tal vez, lo poco que la usamos.

1 comentario:

  1. En respuesta a tu pregunta, lee esto:
    http://www.publico.es/espana/373738/por-que-no-se-produce-un-estallido-social
    Es interesante también el papel de los medios (el penúltimo párrafo del artículo que te mando...¿casualidad?)
    Y reboto otra:¿tendremos que esperar a tocar fondo?

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